Despierta
Despierta.
Se le vino la vida encima en plena madrugada. Mal de adulto.
Respira profundo para asegurarse de la realidad.
En la oscuridad, busca respuestas a las mismas preguntas de siempre. Como si las sombras fueran a responderle que tiene la razón.
Al girarse, se topa con el cuerpo de alguien.
Ese hermoso ser que el universo le puso al lado para sobrellevar la carga de ser humano.
La culpabilidad la invade un minuto.
Siempre pensando en futuros ajenos.
En el hoyo negro de las infinitas posibilidades.
De supuestas mejores vidas que decidió no tener.
Por falta de coraje.
Por ignorancia.
Por una combinación de átomos, genes, tejidos orgánicos, neuronas, experiencias, reencarnaciones, y decisiones, en las que ella no tuvo nada que ver.
Por culpa de microorganismos estomacales y hormonas diseñadas por otros.
Por enamoramientos, coitos, peleas, y accidentes de los que otros fueron víctimas.
Todo eso, y ni una pizca de valentía.
Despierta, duerme.
Pero todo está bien.