Almidón rojo

Puedo saborearte, aunque no estés en mí

Recibir tus olores a bocanadas

Sentir tu cabello bordear mi locura

Salivarme ante tus roces

Y palpitar en todas partes

Ansiarte como nicotina

Adicta y dulce

revertida en cremas de chocolate

Hambrienta

Sofocante

Húmeda en tus circunferencias

Y habitada por ese tú que solo yo conozco

Aquí sentada destruyo tus pudores

Enciendo tus malas mañas

Abro tus horizontes

Y me envuelvo en una fantasía

Qué morirá conmigo 

Apenas traigan mi café

Anterior
Anterior

Somos muchos los muchos

Siguiente
Siguiente

Despierta