Nada extraordinario
Nada extraordinario pasa en esta casa
No hay nudo en mi garganta
ni lanza incrustada en mi costilla
hay comida en mi plato
poliéster y algodón protegen mi piel
electricidad y radiación corren por mis venas
Nadie escupe a mi costado
O trata de callarme a la fuerza
Nadie decide por mí
Y es aun así
Que llevo en mis hombros vergüenza
Decepción en mi conforme humanidad
En la insensibilidad de mis sentidos
En la absorción de ideas masticadas por otros
En la improductiva labor de mis manos
En la pasividad con la que respiro