Lisette canta ópera y lee la mente
Ha sido un día desastroso con exámenes, libros y trabajos por doquier, así que decidí tomarme un chocolate caliente para alegrarme la vida. Lo más cerca que hay del campus es un Starbucks.
La joven cajera de atractivos ojos castaños, Lisette, reconoce alguna acentuación extraña en mi forma de pedir la orden, tal vez un "jot chocolet" o que sé yo.
- Where are you from?
- Colombia.
- ¡Eh latina!
- Eh sí. (Dudando, como siempre, de la denominación).
- ¿Cuánto tiempo llevas acá? (Me dice con un acento cubano o borinqueño).
- Casi nueve años.
-¿Y tú? - Dos meses.
- Wow ¿Y por qué te viniste? (Como si fuera de mi incumbencia).
- Vine por mi maestría.
- ¿En qué?
- Música. Bueno, ópera, en realidad.
- Wow. Oye, gracias por atenderme y por tu mini historia. Suerte con tus estudios.
- Está bien. Llevo todo el día aquí y estaba muriéndome por hablar en español con alguien.
- Entiendo el "feeling".
- Bueno, cuídate. Y espero que lo que te esté molestando, no lo haga más.
- Eh. Gracias. (Alejándome con una pequeña sonrisa).
En un rinconcito de Brooklyn, hay una joven puertorriqueña o boricua que aspira a ser cantante de ópera. También parece leer la mente de las personas. Su nombre es Lisette, y está dispuesta a tomar su orden cuando usted lo necesite.